Cada día en la protectora es diferente. Cuando llegamos al refugio, no sabemos los contratiempos o situaciones que van a surgir a lo largo de la jornada. No obstante, disponemos de un plan de salidas que seguimos a diario sean cuales sean las complicaciones del día y el cual se va actualizando según las necesidades.
Comienza la jornada
Lo hace aproximadamente a las 8.30 con el turno de mañana. El voluntari@ designado en cada patio se encarga de evaluar, en primer lugar, el estado general del refugio y de todos los perros y administrar las medicaciones oportunas. Posteriormente, preparamos los piensos. Contamos con un plan de alimentación concreto para cada perro, ya que cada uno tiene un pienso en función de sus necesidades: pienso normal para los perros sanos, pienso senior para los más mayores, pienso de cachorros, pienso light para aquellos que necesitan bajar de peso, y otros piensos especiales como el hipoalergénico, hepático o de grano pequeño.
Toca que estiren sus patitas
Respetando el plan de salidas establecido en cada patio, se van sacado a los perros de cada chenil aproximadamente 30 minutos mientras les limpiamos su jaulita, lavamos los comederos y bebederos y les colocamos sábanas y mantas limpias. Si es verano, les cambiamos el agua de su piscina si lo vemos necesario. Antes de guardarlos, se les hacen curas y se les da de comer. Al terminar de asear todos los cheniles, limpiamos la canaleta del patio para que no se acumule la suciedad y el agua pueda correr. Cuando todos han completado su primera salida, los volvemos a sacar por segunda vez unos 20 minutos siguiendo el mismo orden. Es importante controlar este tiempo, ya que intentamos que todos nuestros peludos estén fuera de los cheniles el máximo tiempo posible y, así, el tiempo de espera hasta ser adoptados pueda ser lo más divertido posible.
A las 14.30 aproximadamente se hace el cambio de turno si hay que hacer relevo con el voluntari@ de la tarde. El/la voluntari@ continúa con las segundas salidas de los perros donde las dejó el/la compañer@ anterior. Este turno lo aprovechamos para barrer el patio, lavar las mantas y sábanas, recoger la colada tendida, rellenar los cubos de pienso y cualquier trabajo que no se haya podido completar por la mañana. Además, es el momento de jugar con nuestros peludos, cepillarlos y darles mucho amor. Si vemos que un chenil se ha ensuciado, por ejemplo, porque en él haya cachorros o algún abuelete, lo volvemos a limpiar.
Finalizando el trabajo
Cuando hemos completado las segundas salidas, vamos finalizando la jornada con las terceras, que será tan solo de 10 o 15 minutos y se seguirá el mismo orden. En este tiempo, nuestros amigos aprovechan para hacer sus últimas necesidades del día fuera del chenil y nosotros les volvemos a hacer las curas indicadas y les preparamos la cena. Además, lavamos los comederos usados y terminamos de recoger el patio. Si volvemos a ver un chenil muy sucio, le damos un repaso. Una vez guardados todos, se hace una última ronda para asegurarnos de que todos estén bien y administramos las medicaciones a través de la parte exterior de los cheniles.
Antes de irnos, guardamos los piensos, recogemos la basura y nos la llevamos para depositarla en el contenedor más cercano.
Puedes hacerte una idea de nuestro día a día en el siguiente vídeo:
Es mucho el trabajo que siempre hay que hacer en No Me Abandones. Si quieres ayudarnos, echa un vistazo a las diferentes formas en las que puedes hacerlo.